La confirmación de DARDEM
El tercer álbum del grupo sevillano Dardem afincado en Madrid confirma su trayectoria ascendente como compositores y como músicos, afianzados en un estilo cada vez más propio y único, avanzando a paso firme y pausado, sin ansiedad, esperando su momento, el de sus canciones, el de una grabación concienzuda, elaborada, siguiendo el proceso necesario de creación y maduración. “La Brecha”, fiel a la línea lírica e imaginaria marcada en el anterior disco “Inerte”, nos sigue transportando “como el silencio de los sueños… a sensaciones inhabitadas, a un mundo intangible, invisible”, sí, pero que se presiente muy cercano y cotidiano al tocar nuestras emociones y agitar nuestras neuronas…
“Trabajando y … mucho”, titulaba Dardem en su página web cuando la banda se sentía más que satisfecha con el material escrito y se encontraba a las puertas del estudio para empezar a grabar: “Después de muchos meses de esfuerzo y trabajo duro en el local de ensayo, además de un sin fin de horas de falta de sueño…” De nuevo, Manuel Colmenero y Javibu Carretero a los mandos en una producción exquisita, más honda y próxima. Los propios Javibu y Manuel no han cesado de estudiar e incorporar vieja y nueva tecnología de grabación, han progresado como productores y arreglistas, lo que unido a que ahora conocen mucho mejor las aptitudes y las querencias de cada uno de los cuatro Dardem, ha favorecido que pudieran extraer y exprimir las mayores virtudes, las máximas capacidades. Dardem, por su parte, también ha evolucionado y mejorado, ha pulido su sonido y su puesta en escena, en estos casi cinco años de carretera y manta. Productores y grupo han crecido y han encauzado toda la energía hacia una materia prima, las nuevas canciones, que han ilusionado a unos y otros a base de autocrítica y exigencia, y de una depuración exhaustiva hasta coincidir en las once que conforman “La Brecha”.
CANCIONES Y PLANETAS ALINEADOS
“Maldita jauría de prisas, maldita seas…
La brecha se ensanchará y ahonda
la herida que el tiempo ya no podrá curar”
Las canciones obtenidas del proceso mencionado son buenas; la actitud del grupo y del productor también; pero si pensamos que la inspiración es un hecho cósmico – y quizá alquímico también – en el que los autores de una canción son en verdad antenas intermediarias que invocan a las Musas y capturan ideas y emociones que ondean en el aire, entenderemos que algo más se ha concitado a la hora de plasmar este tercer álbum de Dardem. Somos planetas que orbitan en un espacio de ideas, de sensaciones y de emociones, de notas y acordes infinitos. En este sentido, y de acuerdo con los versos de “Eclipse”, el tema primero del repertorio, parece que una serie de planetas se ha alineado favorablemente con Pepe Rodríguez, Raúl Pacheck, Joe Melero y Peter Bacán, en los momentos de crear estas melodías, estas guitarras, teclados y baterías portentosas, la voz principal misma y los coros. Así, los fenómenos del Universo, de la propia Naturaleza, se manifiestan como los sentimientos, como las relaciones humanas. Nos preguntamos quiénes somos y a dónde vamos, nos sentimos atrapados y anhelamos otros mundos en expansión mientras el tiempo pasa sin compadecerse. Como entrar en los libros de Isaac Asimov, H.P. Lovecraft o Phillip K.Dick y no querer regresar.
“La Brecha” es un disco que suena directo y suena a directo. Los cuatro lo van a pasar de lo lindo tocándolo en los conciertos con el personal coreando cada una de las canciones. “La Red”, “Alquímica”, “La Ciudad Subterránea”… Y mi favorita, la balada que cierrar el álbum: “Una luz donde mirar”. Ahora que David Bowie, un buen referente para este grupo, ya está ahí arriba, una “Blackstar” que nos ilumina desde el firmamento de los sueños.
Dardem, entre cielo y subsuelo. Ficción o realidad. Todas las renuncias y los sacrificios por creer ciegamente en el proyecto del cuarteto ya están recompensados. Que les quiten lo cantao, lo tocao y lo parido. Ahora queda la última palabra, la del público, su aplauso…Sólo es cuestión de tiempo. Muy poco tiempo ya.
Santiago Alcanda